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ESPIRITUALIDAD EDULCORADA

La Iglesia, es sede de santidad y no puede haber una Congregación religiosa fundada por un “falso profeta”. Un hombre cuya lista de pecados es tan larga que no merece la pena enumerar y que incluye la excomunión “late sententiae” es decir, excomunión automática, por el delito de absolver al cómplice. 

Cualquier proyecto que la Organización emprenda está condenado al fracaso, simplemente porque Dios no puede bendecir una obra afincada en la mentira y en la falsedad.

La espiritualidad de la Legión de Cristo es una espiritualidad edulcorada.  ¿Qué significa una espiritualidad edulcorada?

¿Y qué significa un vino edulcorado? Un vino edulcorado es un vino que parece bueno pero que no lo es. Si lo miras, el color es el adecuado, si lo hueles el aroma es el correcto incluso es agradable al paladar, pero cuando te lo tomas te da dolor de cabeza.

Lo mismo pasa con la espiritualidad legionaria, si la miras desde la superficie, es muy edificante muy virtuosa, hace que sus miembros presuman de ella, pero cuando la bebes (o vives) produce dolor de cabeza.

Veamos. ¿Cuáles son los amores del legionario? Yo todavía lo recuerdo. El amor a Cristo, el amor al Papa, el amor a la Iglesia, y el amor a las almas.

Todo lo anterior son palabras huecas, que no significan nada.

¿Acaso los hombres no son almas? Son alma y cuerpo y su unión es sustancial, luego el amor a las almas es una falacia, es una frase que carece de sentido.

La fidelidad a Dios exige la fidelidad al hombre.  Ninguna religiosidad que prescinda del hombre puede tener sentido.

¿Acaso el amor a la Iglesia es una falacia? También.

¿Qué significa la Iglesia? ¿El Papa y los obispos? ¿El conjunto de los Católicos? ¿El cuerpo místico de Cristo? De nuevo son palabras huecas, que no comprometen a nada, solo sirven para hacer bellos discursos.

De todos modos, sea cual sea el significado de Iglesia que uses, a la Iglesia no se la ama, se la SIRVE.

¿Acaso el amor al Papa es una falacia? Pues también, y no solo eso, es simplemente una tontería.

¿Qué es lo que amo? ¿Un cargo dentro de la Iglesia? ¿A la persona que ejerce el cargo? Pues mire Ud. El amor es un sentimiento humano que surge del conocimiento de determinadas personas. Es un sentimiento espontáneo, y no es forzado. ¿Cómo puedo amar a una persona a la que no conozco por el mero hecho de tener un cargo en la Iglesia? Al Papa le amará su familia, y basta.

Nadie te pide que ames al Papa, Jesús nunca dijo “Tenéis que amar a Pedro” NUNCA. Al Papa no se le ama, se le ESCUCHA.

Pero voy más allá.

También el amor a la figura de Jesús es falaz. Ojo no escribo mi opinión me limito a leer los evangelios, y decir exactamente lo que está escrito en ellos.

A Jesús no se le ama SE LE ESCUCHA.

Vean esta cita del Bautismo de Jesús por parte de Juan. “Este es mi Hijo, el amado, el predilecto ESCUCHADLE” (Mateo 3 17)

Y esta otra cita de la trasfiguración. “Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; ESCUCHADLE.» (Mt. 17 5)

¿Por último queda el amor a Cristo también es una falacia? ¿también está edulcorado? Por su puesto, al Cristo no se le ama, se le CONTEMPLA. Y contemplando a Cristo, amamos a Dios.

Solo hay un único mandamiento, “Escucha Israel, el Señor nuestro señor es el único Señor. Y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento más importante que estos”. (Marcos 12 29)

El único amor debido es a Dios, pero a Dios nadie le ha visto jamás. Por eso, a lo largo de Nuevo Testamento, y en numerosas ocasiones, se identifica el amor a  Dios con el amor al prójimo.

“Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve.” (1 Jn. 4 20)

De lo dicho anteriormente surge la necesidad de cambiar la espiritualidad edulcorada, por una sana.